
La fachada es el envoltorio del edificio. Es lo primero que percibimos al aproximarnos a una obra arquitectónica, muchas veces incluso antes de asimilar los volúmenes que tenemos enfrente. La textura, el color, su ligereza o pesadez… Todo ello nos prepara para lo que encontraremos en el interior nada más traspasar su umbral.
La fachada es una característica fundamental de la integración de los edificios en el tejido urbano. El diálogo con el entorno se establece a través de la fachada, ya sea por contraste o por asimilación con los edificios circundantes.
Denostada por algunos arquitectos, que prefieren centrarse en los volúmenes y la distribución interior, lo cierto es que la fachada es la primera impresión que recibimos, la toma de contacto con una obra arquitectónica, y por tanto tiene una importancia fundamental en el resultado final y la experiencia del usuario del edificio.
La fachada también es la piel del edificio. Por ella transpira, y a través de ella se comunica con el exterior. En su condición de piel, la fachada es responsable de mantener la inercia térmica del interior sin incurrir en enormes gastos de energía.
En Danpal conocemos la gran importancia de la fachada en la composición arquitectónica. Sabemos que distintas texturas y colores aportan sensaciones diferentes. Por eso, nuestra gama de paneles para fachada de policarbonato se fabrica en una gran variedad de acabados y tonalidades, desde las transparentes hasta las opacas, sin olvidar las traslúcidas.
Además, nuestro sistema de fachadas ventiladas Danpal® VRS permite que el edificio respire, ofreciendo a la vez unas características óptimas de aislamiento térmico e iluminación. La gran longitud de sus paneles, de hasta doce metros en medidas estándar y más si se fabrican bajo pedido, permite un despiece mínimo de la fachada, dando una sensación de continuidad que no se puede conseguir con otros materiales.
Los volúmenes arquitectónicos quedan realzados por la continuidad del color de la fachada, destacando sobre el resto del tejido urbano en ejemplos de edificios singulares como el centro comercial Qwartz – The Bongarde en Estados Unidos o el cine Vue en Gateshead (Francia).
La ligereza de los paneles de policarbonato con tecnología Microcell queda patente en las fachadas, dando un aire más liviano a la envolvente del edificio.
Los revestimientos de fachadas de edificios ya existentes para mejorar sus características energéticas confieren a los edificios una nueva piel que mostrar al exterior. La mejora de prestaciones térmicas se transmite al interior del edificio, mediante el aumento del confort térmico y lumínico de los usuarios.
Las posibilidades de las fachadas de paneles de policarbonato traslúcido son infinitas, pudiendo modificarse el aspecto que ofrece al exterior mediante el uso de la luz. El sistema Louvre Danpal® de sombra mediante paneles traslúcidos da vida y color a la fachada del edificio. Estos paneles traslúcidos automatizables según las condiciones de soleamiento cambiarán el aspecto de la fachada dependiendo de su ángulo de inclinación, como si de un organismo vivo se tratase.
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